"Mas Cortante que toda espada de Dos Filos"
La
Biblia no siempre es una fuente de consuelo; algunas veces actúa como un
intruso indeseable. Puedes encontrarla un poco desconcertante al saber que
puede penetrar todas tus defensas y perforar tu corazón con
el convencimiento de la verdad. Tú no puedes cambiar la verdad, pero
si puedes dejarte permitirle a ella cambiarte a ti.
Lectura radical
Cuantos
han querido tergiversar la verdad, cuantos han querido ocultar la verdad.
Cuantos mafiosos, conspiraciones, planes malignos se han decretado en esferas
oscuras. Cuantas brujerías, violaciones, adulterios, asesinatos,
robos y pecados horrendos han quedado impunes y silenciados en este
mundo caótico.
Lea
muy bien lo que dice este versículo: "Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia;
antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel
a quien tenemos que dar cuenta."[1]
Para aquellos que han sido víctimas, aquellos que han sufrido, los
desvalidos, los pobres, los “sin voz”; Estas palabras son por cierto como leche
y miel. Porque a pesar que la justicia del hombre les ha fallado, algún día la
Justicia de Dios quebrantará con vara de hierro al impío.
“Dios
es juez justo,
Y Dios está airado contra
el impío todos los días.
Si no se arrepiente, él
afilará su espada;
Armado tiene ya su
arco, y lo ha preparado”[2]
La
palabra de Dios es inmutable como lo es Dios, y eso la hace peligrosa para el impío,
para el enemigo de Dios y al mismo tiempo para el creyente. No es un juego, no
es un libro de información, no es un libro de ciencia ni filosofía. Es una
palabra viva capaz de cortar la total depravación del hombre.
Medite
en esto:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos; y penetra hasta partir el alma y
el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y
las intenciones del corazón”[3]
Tenga
la seguridad que la palabra de Dios es el arma más poderosa de toda la historia
capaz de transformar el corazón más soberbio y orgulloso del mundo. Capaz de
transformar la vida más oscura y detestable de la población. ¿Sabes por qué?,
porque su palabra es:
Su palabra es Viva; No necesita que la
adornemos ni la maquillemos, tampoco necesita que la defendamos, como dijo
Charles Spurgeon una vez: “La Biblia no precisa ser defendida más de lo que un león enjaulado necesita que se
defienda. Todo lo que tenemos que hacer con el león es sacarlo de su jaula, y
él se defenderá a sí mismo”.
Su palabra es Eficaz; (eficaz—griego,
“enérgica”) Es activa y además eficiente. “así es también la palabra
que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y
cumplirá con mis propósitos”[4], Que sea bien entendido esto; “cumplirá con sus
propósitos” no los nuestros.
Su palabra es más
cortante que toda espada de dos filos; Corta
cadenas eternas de pecado, maldiciones y pensamientos que esclavizan al ser
humano. Traspasa y corta tanto al creyente como a no creyentes, su doble filo
la hace aún más peligrosa para el enemigo. Por eso Satanás se esmera en no dejarte escudriñarla.
Su palabra penetra
hasta partir el alma y el espíritu:
Es en esos lugares donde ningún cirujano podrá llegar, donde están depositado
los traumas, pensamientos, recuerdos que creemos ocultar y guardar para el
resto de nuestros días. En esos oscuros lugares donde Dios comienza a regenerar
nuestras vidas. En toda la historia hay millones
de personas transformadas por su palabra que dan testimonio de esta verdad.
Su palabra penetra hasta partir las coyunturas y los tuétanos: primero penetra nuestra vida
espiritual, para luego obrar en nuestra vida física. Es nuestra carne la que
quiere dominar nuestro ser interior, por eso Dios corta y penetra dejándolo
inmovilizado, Como dice la Epístola de Romanos: “Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos”.[5]
Su palabra discierne los pensamientos y las intenciones del corazón; Adjetivo kritikos
, significa aquello que se relaciona con juicio (krino, juzgar) “crítica de los
pensamientos”; esto es, que pasa juicio sobre los pensamientos y los
sentimientos[6].
Nuestro Señor lo deja claro en su caminar, “Jesús entonces, conociendo los
pensamientos de ellos, respondiendo les
dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones?”[7]
Nuestra mente está totalmente desviada y depravada,
moldeada a un mundo caído y sometida a un sistema depravado. Pero su palabra
provocará una renovación capaz de tomar el control de nuestro ser. Pablo nos
llama a:
“No os conforméis a este siglo,
sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál
sea la buena voluntad de Dios, agradable
y perfecta”[8]
Entre más
tiempo pasemos con su palabra, más tiempo le damos a Dios para obrar en
nuestras vidas. Deje que su palabra corte y penetre hasta lo más profundo de su
alma…
…Él sabrá que hacer en ese
lugar.
Lectura radical
Por: Fabian Pavez
[1]Hebreos
4:13, Reina Valera 1960, RV60
[2] Samos
7:11-12, Reina Valera 1960, RV60
[3] Hebreos
4:12, Reina Valera 1960, RV60
[4] Isaías
55:11, Nueva Versión Internacional, NVI
[5] Romanos
6:12, Nueva Versión Internacional, NVI (Cursiva y subrayado agregado)
[7] Lucas
5:22, Reina Valera 1960, RV60
[8] Romanos
12:2, , Reina Valera 1960, RV60